conócete a ti mismo

Cuenta una historia que un niño observaba un hermoso rompecabezas con una fotografía del mundo que su padre guardaba en su escritorio. El niño admirado lo tomó y en un pequeño descuido lo dejó caer al suelo desarmándolo por completo.
Rápida y desordenadamente comenzó a intentar armarlo pero las piezas eran muchas, pequeñas y distintas unas de otras. Después de unas horas su padre lo vió y le dijo: "hijo, te recomiendo que des vuelta cada una de las piezas del rompecabezas, en el otro lado hay una figura del hombre, quizás al armarlo por ese lado te sea mas fácil, pues podrás reconocer cada pieza con mas facilidad, y cuando lo armes, habrás armado también al mundo que está al otro lado".

Para arreglar al mundo... parte por arreglarte a tí.