miércoles, septiembre 07, 2005

El silencio

Mientras el ruido y el golpear de las olas de esta turbulenta sociedad nos lanza de un lugar a otro a su antojo, llevándose nuestra atención y agotando nuestras fuerzas es buen ejercicio el practicar el silencio.

Las culturas orientales (que nos llevan unos cuantos miles de años de evolución) han comprendido que el meditar y entrar al interior de uno mismo es una disciplina no sólo positiva, sinó necesaria para todo ser humano que busque un grado de equilibrio y con ello el correcto avanzar de su vida. Después de cada paso que dá, el pensador se detiene y revisa reflexivamente su actuar, después de cada compromiso que adquiere se preocupa de que éste no se transforme en un peso que pueda quebrar su espalda y no le permita caminar como desea.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Irrompible: Me gustó lo que hace unos dias me dijo en vivo y en directo... que nuestra relacion se sostiene en los contrastes. Y al parecer acertó en gran cuantía. Usted sostiene que en vista de que esta sociedad lo arroja de un lado a otro, robandole su atención y despojandolo de gran parte de sus fuerzas, es buen ejercicio practicar el silencio.
Si bien es cierto que nacemos dentro de un esquema predeterminado, lo que implica responder a reglas que muchas veces nos reportan perdidas de energía que gustosamente destinaríamos a algo mas. Tenemos aún la suficiente fuerza de voluntad y concentracion como para elegir a que cosas dedicarle nuestra atencion, sin necesidad que te la arrebate algo ajeno a lo que tu deseas.
Estoy de acuerdo eso si, en pensar y analizar gran parte de lo que uno hace... sin dejar obviamente de hacerle caso o dejarse llevar por la pasion (sea lo que sea que te apasione) y actuar primero y pensar despues.. Uno sabe cuando se puede.
Pero por otro lado, sostienes que una vez adquirida una responsabilidad, debes ver si el peso de ella no jugará en tu contra.
¿No sería mejor analizar eso... antes de tomar dicha responsabilidad?

Mr Glass

Alejandro Vega dijo...

Manuel, creo que el pensador reflexiona y luego actúa, ¿de qué otra forma se podría construir una Catedral, si no se hace meditando donde colocar cada ladrillo? y para ello necesita paz interior, de otra forma su trabajo será en vano.

Un abrazo:.

desde Arauco

Manuel Valenzuela dijo...

Correcto, precediendo cada paso, el pensador debe situar su mirada sobre el blanco donde quiere clavar su flecha, pero me queda expresar un detalle, para caminar debe también estar consciente de su pasado, su presente y su futuro, para no perder su objetivo mas ámplio y fundamental.

Alejandro Vega dijo...

El presente es solo un momento entre el pasado y el futuro, lo que somos es fruto de lo que fuimos y lo que queremos ser...el Dios Jano miraba hacia ambos lados en señal de equilibio y sabiduría, pasado y futuro, tenía las llaves de cada año (January) con él se cerraba un ciclo y comenzaba el otro...

Anónimo dijo...

Si la mona se viste de seda, mona queda.
Si adornan así tan gratuitamente ideas sencillas se va a chacrear la cosita esta.
Me gustan las inquietudes q se plantean de tema, pero seamos objetivos cabros!!

Manuel Valenzuela dijo...

Bruce: la idea es que la mona se aprenda a vestir por si sola, y ésta aunque siga llevando sangre de mona estará más evolucionada que antes.

Anónimo dijo...

Hola primo, esta bueno tu blog, que estes muy bien, te quiero mucho!! Chelito