lunes, junio 05, 2006

un amigo

mi amigo, un espejo que no refleja nada, pero que advierte y percibe. Son mis oidos los que te leen, y mi corazón el que comienza a escuchar, pues cosas inesperadas derriten los velos que lo vestían. Aún así los días y los años, como crueles soldados del tiempo, se dieron la tarea de dibujar actitudes que me hacen quien soy.
Pero lo que vocifera mi postura se tambalea, y ahora un apretón de manos quizás ya no sea suficiente.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

??????¿¿¿¿¿¿¿¿¿

No entiendo

Manuel Valenzuela dijo...

no entiendes toni camo? usa tus dotes de mentalista